Arquitectura | |||||||
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En su interior hay
que destacar la airosa nave central que constituye la planta de cruz
latina con crucero y, sobre él, la cúpula sostenida por pechinas
decoradas con pinturas de los Evangelistas realizadas por A. Garín
en el s. XX, para sustituir a las de Pedro de Calabria del siglo
XVIII, hoy perdidas. Tiene dos naves laterales cubiertas por bóvedas
de aristas rebajadas, mientras que la central es de cañón con
lunetos a los lados. En las dos capillas a los pies de cada nave
lateral, hay unas curiosas cubiertas formadas por pequeñas cúpulas
ovales sobre pechinas. Las capillas se abren a la nave central por
medio de arcos de medio punto, enmarcados por pilastras rematadas por
capiteles de orden compuesto. Sobre las capillas se disponen tribunas
sustentadas por ménsulas. La cornisa se halla sostenida por medio de
unos grandes modillones decorados por hojas de acanto, así como en
la zona de la cúpula, aunque en ésta se diferencian por el número
de su agrupamiento, alternándose los pareados, o binarios, con los
cuádruples. Es muy rica también la decoración de la cúpula,
formada por un tambor y rematada por la linterna.
En
el lado derecho del crucero se abre una puerta que conduce al
distribuidor, que da acceso a estancias de uso diverso. Entre ellas
el salón de actos, amplio y luminoso, donde se celebran
conferencias, retiros, asambleas... A través del distribuidor se
accede al
Claustro
que tiene
planta ligeramente rectangular, galería cubierta y cerrada mediante
ventanales rectangulares y puerta central de madera. Es un elemento
de acceso a pisos superiores y al patio.
En el
frontal del mismo se sitúa de Virgen
de la Sonrisa, talla
del 2002. Las
flores y plantas
hacen de este lugar un bello jardín propio para la meditación.
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Escultura |
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Sobresale, con personalidad propia,
el Retablo del Altar Mayor
fechado en el último tercio del XIX, realizado con un marcado
corte clasicista. Consta de un gran cuerpo central con el grupo
escultórico, obra de Mariano Bellver, que muestra a S. Martín, a
caballo, compartiendo la capa con un pobre. A los lados las
esculturas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María con la
iconografía típica del siglo XX. En la parte superior del retablo hay
un arco de medio punto. En su centro se dispone un relieve en donde dos
ángeles se hallan adorando la Sagrada Forma. A su alrededor siete
medallones con efigies de diversos santos.
A la izquierda del crucero encontramos un retablo neoclásico con columnas salomónicas de mediados del XIX, con un magnífico grupo en madera policromada de San Rafael y el joven Tobías , obra de Francisco Pérez del Valle. En el lado derecho, y en la pared lateral, encontramos un gran retablo con la Coronación de la Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Tres Avemarías, conjunto del s. XVIII, relacionado con el arte de Salvador Carmona, de muy bella factura, si bien ha sido muy restaurado posteriormente por el deterioro sufrido en la guerra civil. |
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Detalles de interés | ||||
Como personas importantes que tuvieron relación con este templo, hay que citar a Santa Soledad Torres Acosta, fundadora de las Siervas de María, que fue bautizada en este templo en 1826. La pila bautismal se encuentra cedida a la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid.
También destacar que, en la nave lateral izquierda, en la primera capilla, se veneran los restos mortales de la Sierva de Dios Alexia González-Barros.
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¿Cuándo
comenzó
a ser esta Iglesia Templo Eucarístico Diocesano de San Martín?
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Hoy
después de
varios años de esfuerzo, sacrificio y trabajo de muchas adoradoras
podemos decir que: |